viernes, 5 de marzo de 2010

Lo absurdo



Quién te ha visto y quién te ve. Si hace unas horas alguien te hubiera dicho que durante unos minutos tu mente se sentiría totalmente despreocupada, te habrías reído en su cara. Y es que las cosas no siempre resultan igual de estúpidas, a veces depende de la hora.
Por ejemplo, durante la madrugada muy pocas cosas resultan estúpidas. Alguien, en algún sitio, por algún motivo y sin saber por qué, decidió que las horas después de una larga e intensa noche de desfase no merecían ser motivo de preocupación. De modo que todo lo que digas o hagas en ese intervalo de tiempo, cosas que en otra situación serían consideradas ridículas, de pronto tendrán un enfoque distinto. Lo importante se vuelve nimio y los pequeños detalles absurdos cobran protagonismo.
Nadie tiene claro por qué, pero es así.

Y necesito una de esas noches ya.